La operación básica de la actividad creativa es la búsqueda de alternativas.
- ¿Hay otra manera?
- ¿Cuáles son las alternativas?
- ¿Qué más puede hacerse?
La creatividad puede definirse como una búsqueda de alternativas, el intento de ser creativo respecto a algo ya existente.
Detenerse a buscar alternativas.
El proceso no es tan fácil como suponen la mayoría de las persones. ¿De dónde salen las alternativas? ¿Como las conseguimos cuando las necesitamos? Hace falta detenerse a buscar alternativas.
Si uno se encuentra en una situación en la que el siguiente paso lógico es fácil, uno da este paso, no busca alternativas. Y si el siguiente paso lógico es fácil, también lo da. En otras palabras: es difícil detenerse a buscar alternativas cuando no las necesitamos. Parece innecesario; se considera una pérdida de tiempo y un lujo. Asociamos la búsqueda de alternativas con las dificultades y con la resolución de problemas.
La imperfección parece ser la única justificación para la búsqueda de alternativas. Los japoneses, con una tradición diferente de la occidental, son capaces de buscar alternativas en cualquier momento, sin sentirse obligados a demostrar que hay imperfección. Pueden reconocer que la manera actual de actuar es maravillosa y, no obstante, ponerse a buscar otra. Cuando se encuentran otras maneras posibles, se comparan con las existentes y si no parece conveniente usarlas, no se usan.
Puede ser que las alternativas nos vengan dadas. Escoger qué corbata me pondré es mirar a la percha de las corbatas y lo único que he de hacer es escoger.
En un restaurante, las alternativas ofrecidas figuran en el menú, pero se pueden generar otras, por ejemplo, pedir dos medias raciones de dos platos diferentes o pedir que me pongan la salsa a parte. Por tanto, hay muchas alternativas más, siempre y cuando hagamos el esfuerzo de buscarlas.
En el caso de un explorador que quiere encender fuego y no lleva cerillas las alternativas no resultan tan claras (¿un encendedor? ¿frotar dos palos? ¿concentrar los rayos de sol?). Es necesario revisar la experiencia personal y recordar ciertas instrucciones. Éste es aproximadamente el procedimiento normal cuando buscamos alternativas: revisamos nuestra experiencia.
Encontrar más alternativas
Si ya disponemos de ciertas alternativas, ¿por qué malgastar nuestro tiempo en la búsqueda de más posibilidades?
Hay situaciones cerradas con un número fijo de alternativas existentes. Pero la mayoría de las situaciones son abiertas, sin un número fijo de alternativas. La única limitación es la capacidad de nuestra imaginación para diseñar otras nuevas. Demasiado a menudo pensamos sólo en «el análisis», cuando hemos de buscar alternativas. La idea de «diseño», en cambio, indica que nos hemos de esforzar en crear nuevas posibilidades. Esto se puede conseguir cambiando los límites de la situación, introduciendo nuevos factores, variando los valores o involucrando a otras personas en el proceso.
Alternativas y decisiones
En situaciones que implican acción o decisión, no podemos quedarnos sentados esperando encontrar la alternativa «última». hemos de seguir el curso de los acontecimientos. Llega un momento en que hemos de congelar el diseño para seguir adelante. La idea perfecta no sirve de nada si llega demasiado tarde.
Por tanto, tiene que haber un elemento de utilidad. Tal vez hemos de establir un punto final. Uno puede decidir que sólo dedicará un minuto a la consideración de la posibilidad de nuevas alternativas. Cuando la cuestión es muy importante, se puede fijar un punto final una semana o incluso un mes después. Acabado este plazo, es necesario decidir entre las alternativas disponibles. A largo plazo, lo que cuenta es la intención y el esfuerzo para encontrar otras alternativas.
Número de alternativas
Una razón práctica por la que la mucha gente se muestra reacia a considerar la posibilidad de otras alternativas es que si cree que ya ha pensado todas las alternativas, puede confiar plenamente en su elección. Pero si «admite» la posibilidad que existan otras, no puede sentirse tan confiada.
Una segunda razón es que con el número de alternativas generadas aumenta el trabajo necesario para escoger entre ellas; pero lo contrario es absurdo. Un no tendróa de tomar nunca ninguna decisión si no pensase nunca en una alternativa. La verdad pura y dura es que no se puede mejorar una decisión disminuyendo el número de alternativas a considerar. Resulta preferible generar muchas alternativas y ser implacable en el proceso de decisión que tener pocas y ser meticuloso con la decisión. Al producir más posibilidades, algunas ideas són tan buenas e incluso tan obviamente superiores a las otras que, de hecho, la decisión será muy fácil. En muchos casos se convertirá en una especie de proceso intuitivo.
Encontrar y crear alternativas
Como principio general, conviene conocer las alternativas existentes, aunque pocas veces brinden una idea original, antes de empezar a desarrollar otras nuevas: no tiene sentido buscar una manera rarísima de hacer algo cuando existe una forma buena de hacerlo que está al alcance si uno hace el esfuerzo de encontrar-lo. Cuando se conocen las formas estándar, tiene sentido buscar otras más creativas.
Puede decirse que esta “creación deliberada de nuevas alternativas” es sólo un tipe de “hallazgo”. Esto parece ser así porque toda alternativa aceptable parecerá razonable retrospectivamente. Pensar que con una buena búsqueda la hubiésemos encontrado inmediatamente es falso. Cuando se han examinado todas las alternativas disponibles, es necesario hacer algo para presentar otras nuevas. En general, esto se consigue mediante una mezcla de hallazgo y creación.
Historias de alternativas
He aquí algunas historias sobre alternativas, que esperamos ir ampliando en el futuro.
Bibliografía
- © Edward de Bono, El pensamiento creativo, Paidós Empresa, 28, Ed. Paidós, Barcelona, 1994, Págs. 181-189. Adaptación: innovaforum
- Serie Técnicas de creatividad de innovaforum