Los Sistemas de Sugerencias pretenden aprovechar las ideas y la Creatividad de los colaboradores de la empresa pero no siempre son un éxito. He aquí una reflexión sobre Creatividad corporativa y los Sistemas de Sugerencias.
El hombre de las ideas
Hace cuatro años trabajé como consultor en una empresa industrial. Recuerdo que saliendo de una reunión pasé por delante de un Buzón de Sugerencias en el pasillo. Al lado del buzón había una bandeja con impresos, por triplicado, para que los empleados explicasen sus ideas. Al lado había una explicación del proceso de recompensas, mediante el cual los empleados podían conseguir una buena prima en efectivo basada en un porcentaje del beneficio tangible.
Agujero negro
En aquella época yo estaba una poco aturdido per la mentalidad estrecha con la que el cliente enfocaba el tema de la innovación y, por un momento, consideré la posibilidad de echar en el buzón una sugerencia mía: «Comprad 2 millones de pesetas en billetes de lotería – podríais obtener unas ganancias de 200 millones de pesetas en una semana». Lo triste es que esto, para mí, era una broma, pero para los empleados de la empresa, el buzón en si era una broma. Para ellos era el agujero negro – nunca más sabrían nada de cualquier idea que depositasen en él, y sabían que su superior revisaba todas las ideas antes de escalarlas a la dirección.
Activo importante
Aparqué a un lado mi experiencia con los buzones de sugerencias durante mucho tiempo y me concentré en otras cosas, tales como la información a la dirección. Recientemente, no obstante, la gente ha empezado a resucitar los antiguos buzones de sugerencias, esta vez en el contexto de la Gestión del Conocimiento. La idea básica es simple – la gente es el activo más importante y probablemente hay mucho potencial de creatividad y de resolución de problemas en cada uno. De alguna manera, si pudieses capturar estas ideas, tu empresa podría cambiar radicalmente.
Tercera opción
El problema es el profundo recelo sobre el proceso de creación y revisión de les ideas. Hemos hecho una cierta investigación a partir de anécdotas en esta área y hemos descubierto que, en primer lugar, la gente no piensa que sus ideas se las lea nadie nunca, y en segundo lugar, que si alguna vez fueses leídas nadie haría nada con ellas. Aún peor, de lo que los empleados no se dan cuenta es que hay una tercera opción, y es que sus ideas se implementen pero nadie nunca informe o recompense a la persona que tuvo la idea inicialmente.
El problema de las ideas
Para mí, resolver el problema de les ideas lleva al «corazón» mismo de la gestión del conocimiento. Actualmente, la mayor parte del trabajo sobre la gestión del conocimiento se ocupa de la «cabeza» y el «sistema nervioso» que tienen relación con la organización y la estructura de la información, las cuales, cuando se hacen bien, ayudan a mejorar la productividad y a reducir las repeticiones y los errores. El futuro de una empresa, no obstante, viene determinado por la innovación, y el aprovechamiento de la inventiva de la gente.
Mantener informado
A partir de nuestra experiencia en la Gestión del Conocimiento, hemos desarrollado una aplicación de negocio llamada Idea Central. Su objetivo es capturar ideas, asegurar que sean revisadas, e ir informando a la gente de lo que va pasando. La ventaja sobre el buzón de sugerencias tradicional es que construimos un proceso de negocio alrededor de la creación y revisión de ideas, para asegurarnos que la gente está informada de los resultados.
Ideas peligrosas
Por supuesto que, cuando te involucras en ello, la creación de ideas no es tan obvia como parece. Los altos ejecutivos de la empresa a menudo tienen expectativas irreales sobre la calidad de las ideas que surgirán. Al mismo tiempo, temen las ramificaciones políticas que pueden tener las ideas «peligrosas» que se pueden difundir si están accesibles en un lugar compartido. Lo que hemos intentado desarrollar es una aplicación que es muy amigable para los creadores de ideas y para los gestores a los que se encargue su revisión.
Nuestro objetivo
Junto con la aplicación hay una guía de despliegue de negocio en la que hemos destilado los hallazgos y las mejores prácticas de nuestra investigación en un documento para ayudar a los gestores a implementar la aplicación por ellos mismos. Es asunto de cada cual aceptar o no nuestras recomendaciones. Nuestro objetivo es enseñar a la gente a implantar con éxito por ellos mismos un proyecto de creación de ideas y que no dependan de consultores que les hagan el trabajo. La novedad de este enfoque es que estamos intentando reducir la cantidad de trabajo de consultoría que se necesita para implementar aplicaciones de negocio. Creemos que este es el camino que otros tomaran cuando intenten introducir sus soluciones en el mercado de consumo.
Lo que pasa
En cierta manera, Idea Central es un inicio para nosotros ya que nuestro negocio es la información a la dirección. No empezamos con la intención de hacer un producto de esto, de alguna manera «sucedió». Hace unos cuantos meses nos dimos cuenta que teníamos una gran cantidad de creatividad atrapada en la cabeza de cada uno en nuestra empresa. Alguien comenzó a desarrollar una aplicación interna para capturar estas ideas. La aplicación fue creciendo en envergadura a medida que considerábamos todos los enfoques de la gente y del negocio – ¡esto es lo que sucede cuando contratas MBAs y PhDs! Finalmente, cuando el sistema ya funcionaba, alguien propuso que podriamos vender nuestra propia aplicación, y henos aquí con un producto destinado al mercado de consumo. Esto viene a mostrar lo que pasa cuando le das a la gente la oportunidad de ser creativa.
Bibliografia
- © Mark Turrell – Idea man, Groupware and Communications, Vol 5, Q1 99, Pàg. 11 – Traducción: innovaforum